El Tatra-fin-de-semana / De los Tatras al cielo

(Incapacidad de elección de titulo entre Mauro y Rebeca)

Antes de todo dar las gracias a Rebeca, co-escritora de este relato y culpable de todas las bellas frases que en el se pueden leer asi como de la postal que viene a continuacion y resume el viaje.

Los Tatras, el gran viaje del que tanto habíamos oído hablar por fin se hacia realidad. Para nuestros ex compañeros, el más espectacular de los viajes que hicieron por tierras Slovakas. Básicamente porque en vez de dedicarnos a ver ciudades impresionantes se trata de ver bellos parajes naturales.

El grupo que fuimos: 40 erasmus, españoles eran como 25, 10 eran un grupo internacional mixto y otros 4, ya tan mencionados, mexicanos. El viaje comenzó el viernes con 6 horas de camino, un largo camino con parada en Tesco, lugar donde se compraron víveres para la cena internacional del día siguiente. En principio esa noche no estaba pensada dedicarla a la fiesta y al desenfreno… pero las cosas cambiaron a medida de que los litros del tan afamado Kalimotxo entraron en juego. El kali, como no, con vino DON SIMON! No entremos en detalles para ahorrarle pesadillas a mi querida madre… jeje ( no te asustes, no fue para tanto ).

*** Teru, Ainara, Rebeca, Igor, Don Simon & Zlaty Bazant ( No comment) ***

Mención especial tuvo el lugar en el que nos alojamos. Una cabaña en mitad del monte, de madera, con muchas habitaciones, gran cocina, nuevísima, un río que corría paralelo a la recepción y altos pinos que no dejaban que el sol entrara a sus anchas por los grandes ventanales. Dejémonos de pendejadas y volvamos al tema del viaje:

Al día siguiente, y con un considerable dolor de cabeza en alguno de los componentes nos preparamos para un agradable paseo mañanero por los Bajos Tatras. Dicho paseito consistió en una caminata monte arriba, a través de árboles que irónicamente, al estar muriendo y tirando hojas sin sentido, están tan llenos de vida que era difícil no sentirse rodeado de una felicidad incomprensible. El solo hecho de caminar sobre las crujientes hojas era un motivo para que la altura y la larga caminata no desanimaran al grupo que, con sus múltiples cámaras y caras sonrientes, no dejaba de admirar el paisaje y archivar en memoria fotográfica el momento.

**** Salomon y Mauro aventureando ****

Después de una corta caminata cuesta abajo, el camino abrió paso a un río que conducía hacia un molino de madera y finalmente remataba con el río que seguía su camino cuesta abajo. El grupo se dividió, algunos se dedicaron a hacer el mono (entre ellos salo y yo) entre las rocas que caían al río, otros toreaban una cabra, otros simplemente descansaban del paseito mientras otros hacían fotos a diestro y siniestro.

Antes de regresar a la cabaña, el paseo tuvo un intermedio en el esperado Tatralandia; cosa que finalmente resulto en una perdida de tiempo, dinero y energía total! Con Tatralandia, nos referimos a: albercas (piscinas) de agua caliente a diferentes temperaturas, aquí ustedes se preguntaran “Como Budapest?” y nosotros reiremos diciendo: “NO! DE NINGUNA MANERA!”. Terrible imitación de un paraíso terrenal.

Ya cansados y de vuelta a la cabaña, era tiempo de dormir, pero no! Las organizadoras querían que por equipos se cocinara comida de los diferentes países que conformaban al grupo. En este caso, el exceso de españoles llevo a los compañeros, cada día mas mexicanos, Ainara, Igor y Mauro, a formar parte del equipo mexicano, el cual se llevo las palmas por sus “tacos/burritos” improvisados con elementos puramente texanos (es decir, Estadounidenses). Los platos iban llegando, especial mención al sushi creado por nuestro querido Teruyuki y las bolitas de carne de las polacas. Junto con nuestros artísticos burritos lo mas destacado de una agradable noche en la cual, debido al cansancio acumulado, no se pudo volver a repetir el fiestón de la noche anterior.

**** Cocinando la cena y presentandola ****

El ultimo día lo trataremos mas corto; básicamente tomamos un tranvía que llegaba a una antigua estación de esquí, donde se organizaron los primeros juegos olímpicos de invierno, donde la principal atracción era un lago maravilloso que reflejaba todo a su alrededor, las fotos dicen mas que mil palabras tecleadas por la mexicana o cualquier español. Solo queda decir que se comió, hasta no poder comer más, en el lugar y posteriormente regresamos al autobús para retomar el viaje de vuelta a “casa”.

**** El lago, al fondo izq de la primera foto observais un trampolin de la pista de sky donde se celebraron los primeros juegos olimpicos de invierno ****

Y aqui el fin de nuestro viajecito esperamos que las fotos sean de vuestro agrado.

**** Todos los que fuimos ****