UNDERGROUND WEEKEND

Muy estimados lectores, me dirijo a ustedes con la sana intención de relatarles el pequeño gran fin de semana que pasamos el que suscribe, Mauro, Rebeca, Marina y Jernej por el norte de nuestra ya querida y amada Eslovaquia. Todo surgió de manera inesperada y casi sorpresiva, una aburrida tarde de viernes. El caso es que aprovechando que las carreteras todavía no parecen pistas de bobsleigh, y que nuestro gran amigo esloveno Jernej, tenia su vehiculo ( un citroen BX de cuando la mili se hacia con lanza ) disponible, montamos no entre pocas risas, una salidita findesemanera que a la postre bautizaríamos como underground… Todo comenzó allí por las 550 de la mañana del sábado. Con los primeros rayos del día y más frío que tarzan en laponia, la expedición partía rumbo al Norte. Todavía no sabíamos muy bien donde íbamos a parar ni que íbamos a visitar. Solo teniamos algunas ideas y mucho frio.

***Un Pimpollo en Banska Stiavnica***

***Suena como abandonado no?***

***A media ladera***

Tras comprar la dichosa pegatina de marras para poder utilizar las autopistas del país y llenar el depósito nos dirigimos camino de Banska Stiavnica. Allí visitamos el centro histórico, el castillo (donde había una muestra sobre la guerra con los turcos) y una pequeña iglesia en lo alto de un monte. Para acceder a esta ultima había que caminar por un bonito sendero entre pequeñas basílicas y esculturas, toda una experiencia. Lo peor de todo es que siendo patrimonio de la UNESCO estaba abandonado y era ciertamente muy disgustante, ver el estado en el que se encontraba todo el complejo… Lo mejor el precio, 0 euros!!!.

***Todos al Tajo!!!***

El pueblo en cuestión fue un gran referente en épocas pasadas. Su población llego a triplicar a la actual. Todo ello debido a las minas de oro próximas. Dicho y hecho, oímos oro y allí que fuimos. Al llegar a la explotacion enclavado en la parte central de Eslovaquia, nos dimos cuenta de lo que se nos avecinaba… Un casco, un impermeable, una linterna… la cosa se animaba. En un abrir y cerrar de ojos estábamos recorriendo las entrañas de una de las minas de oro mas antiguas de Europa. Un minero que sabia alemán, nos guió en el interior y Jernej que es medio teuton, nos hacia las traducciones al los otros 4.

***Moria***

***Soy minerooooooooo***

***Train to the Hell***

Después de una hora bajo tierra, decidimos visitar, Banska Bystrica. Otro pueblo típico del centro de Eslovaquia. Era muy parecido a Telc (Ver viaje a Rep. checa). Unas fotos, unas risas, y a comer, por cierto muy bien. Buscamos sitio para dormir, pero el horno no estaba para bollos. El pueblo es patrimonio de la UNESCO y ya se sabe, eso se paga. Decidimos poner rumbo a Martin, una ciudad todavía mas al norte, cerca de la frontera con Polonia, que logicamente debia ser mas barata. Después de mucho buscar el sitio que nos indicaba la guía por fin lo encontramos. La entrada era un poco “curiosa”. No había ventanas, un toldo rojo y una puerta de acero en una pared desnuda… os imagináis lo que parecía no? Entramos temerosos, y llegamos a una tasca en cuyo interior estaban apostados 15 veteranos de guerra. Mucho humo, todo sucio… díos que lugar. Después de hablar con el pollo que llevaba el lugar, nos dimos la gran sorpresa. Habitaciones grandes, limpias, con sabanas y baño incluido por solo 6 euros! Increíble. Decidimos ir a cenar (un mexicano era lo único que encontramos abierto) a ver el centro, y a dormir. A la mañana siguiente nos levantamos pronto.

***Autofoto en Banska Bystrica***

***El siempre presente comunismo***

A las 7 mas o menos, para poder aprovechar el día. Al bajar primera sorpresa. Todas las puertas cerradas. No podíamos salir. Además habíamos quedado con el gerente del hostal (por decir algo) en que nos daba el desayuno, pero nunca llego… Depues de llamar repetidas veces, el hombre salio de su cueva y nos abrió la puerta invitándonos a marchar bajo la incesante lluvia que caía de un cielo plomizo. Con semejante panorama decidimos volver a pasar el día bajo tierra. Esta vez el lugar elegido fueron las cuevas cercanas a Mikulas, muy cerca de la frontera. ( tal vez por eso estaban tomadas por polacos). Parada técnica a desayunar en Ruzomberok y camino de los bajos tatras. Nada mas llegar cayeron los primeros bolazos de nieve del invierno. Sacamos la entrada y otra vez al inframundo. Estuvimos una hora bajo tierra recorriendo el complejo de túneles más grande de Eslovaquia. Otra vez el mismo sistema de traducción simultanea. Muy divertido…

***Patinaje sobre hielo***

***Los bajos tatras***

Acto seguido decidimos comer y para ello aterrizamos en Zilina, la tercera ciudad de Eslovaquia junto a Bratislava y Kosice. De camino paramos en un castillo ( si si, un castillo a que no os lo imaginabais) muy bonito en lo alto de una colina, pero como fue una parada improvisada desconocemos su nombre y su emplazamiento exacto. Vimos fugazmente el centro y comimos una vez mas y como no podía ser de otra manera a base de pollo.(Creo que tengo plumas ya…)

***Al rico Karst!***





***Anywhere castle***

***Once upon a time...***

Cansados pero muy contentos emprendimos el camino de regreso a Bratis. Un fin de semana diferente por 45 euros!! No esta mal eh?